Solicitar el concurso de acreedores y acogerse a la Segunda Oportunidad son las mejores soluciones, para terminar con la pesadilla del acoso telefónico por deudas.

¿Cómo solucionar esta forma de intimidación por deuda?

Las llamadas constantes de los bancos o departamentos de cobro de las entidades financieras, donde se solicitan los créditos y préstamos, pueden convertirse en una forma de acoso permanente al deudor. Una situación incómoda que denuncian los afectados, cuando no encuentran una solución a estas insistentes comunicaciones telefónicas.

Los acreedores con frecuencia envían los expedientes de sus deudores a los departamentos jurídicos, quienes buscan negociar con los letrados de la parte deudora el monto total adeudado.

Comenzar de nuevo es posible con la entrada en vigor de la Ley de Emprendedores y la Segunda Oportunidad que se deben tramitar en la justicia, solicitando previamente concurso de acreedores.

Refinanciación de deudas que evitará el acoso telefónico por deudas y las llamadas diarias, resultando ser una molesta situación en todo momento. La intención es amedrentar a los familiares del deudor, también a los avalistas en caso de préstamos, para recuperar el dinero procurando el abono de la deuda mediante estrategias, como pueden ser:

  • Exigir el pago para evitar denunciar judicialmente.
  • Amenazar con el aumento de intereses sobre el capital adeudado.
  • Cancelación del crédito.
  • Entre otras tácticas.

Comunicaciones al domicilio particular, trabajo, empresa, vecinos, etc., son hechos ilegales que los abogados aconsejan denunciar.

Recomendaciones prácticas para el acoso telefónico por deudas.

  • Denunciar a la Agencia Española de Protección de Datos.
  • Consultar con el abogado especializado en temas de Derecho concursal sobre acoso telefónico por deudas.
  • Presentar escritos de solicitud de concurso de acreedores en los juzgados.
  • Solicitar cancelación u oposición de datos personales.
  • Considerar las medidas judiciales para acordar el pago mensual de la deuda.
  • Denunciar a las entidades que vulneran los derechos de todo ciudadano.