Económicamente arruinadas miles de familias con deudas viven situaciones desesperantes, además de sentirse solas y abandonadas en esta situación.
¿Cómo superar la insolvencia y salir reforzados?
La grave situación financiera que padecen, así como el tiempo prolongado de aislamiento social que viven las familias en condiciones de insolvencia, significa para los padres la pérdida de autoestima.
Los despachos jurídicos reciben a los demandados por deudas, sumidos en profundas crisis depresivas, personas asfixiadas económicamente y derrumbadas por los acosos telefónicos de recobro. Abandonados por amigos, compañeros de trabajo o familiares, manifiestan la soledad que perciben sin encontrar solución.
Falta de comprensión total de la sociedad experimentan las familias con deudas, porque cambia la forma de relacionarse con el entorno por su difícil estado económico. Los abogados empatizan con los clientes en estos casos especialmente, cuando advierten la soledad en diferentes aspectos de la vida que se encuentra el grupo familiar.
Una comunicación bidireccional donde se consigue ayudar a los deudores ofreciendo comprensión y soluciones prácticas ante la justicia, como el concurso de acreedores o los beneficios de la actual Ley de Segunda Oportunidad.
Liberación de deudas y nuevos emprendimientos
La sociedad española cuenta con miles de familias con deudas, que demuestran sentimientos profundos de culpabilidad por sus errores al solicitar reiterados créditos. El endeudamiento en muchos casos se debe a las certezas económicas, que años atrás propiciaba el sistema financiero.
Un clima de certezas impulsado también por las entidades antes de la crisis y por el marketing comercial, explican distintas situaciones familiares de embargos, hipotecas o impagos, para dejar de lado la culpa de los deudores.
El objetivo del letrado al presentar todas las opciones al cliente, será mostrar las acciones judiciales según la documentación y peculiaridades del caso, una forma de recuperar la esperanza de las familias con deudas.
En España, el concurso de acreedores es una salida que permite reducir más de la mitad del capital a pagar, sin intereses y hasta en 5 años desde la sentencia. Otra posibilidad, es la norma que regula la Segunda Oportunidad para volver a emprender una actividad, con quitas del 25% total de deuda.
Deudores que superan la ruina difícilmente caerán en otro préstamo engañoso de las entidades, bancos o cajas.
Sentirse libre de la presión de los acreedores es una forma de volver a comenzar, superar los problemas familiares y evitar embargos o ejecuciones hipotecarias solucionando en la justicia su insolvencia.
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