La pesadilla de los deudores son las frecuentes llamadas que se convierten en acoso telefónico, buscando el cobro de créditos o préstamos.

Pautas para conseguir el cese de las llamadas

Las empresas de recobro ejercen presión en los deudores a través de la comunicación telefónica, solicitando la cancelación del capital adeudado. Promociones y páginas web de distintas financieras ofrecen acuerdos, comprometiéndose al cese de llamadas.

Una actuación realizada por los fondos buitres que adquirieron las deudas, ejercen acoso telefónico exigiendo el cumplimiento de las obligaciones.

El pago a los acreedores representa una forma de liberación para el deudor, según el planteo de las empresas que reclaman la deuda imponiendo intereses abusivos, pero la Ley prevé el concurso de acreedores como solución.

Solicitando la declaración en la justicia mediante abogado de este concurso, el deudor se beneficia de la siguiente forma:

  • Cesan las llamadas y el acoso telefónico a familiares, vecinos, etc.
  • Suspende los intereses, embargos e hipotecas.
  • Posibilita el acuerdo con los acreedores para pactar un plan de viabilidad económica.
  • Reduce las deudas hasta el 50% del total en pagos a 5 años, después de la sentencia del concurso.

¿Dónde buscar ayuda y soluciones?

La falta de cumplimiento en los pagos implica recibir permanentemente llamadas, que buscan amedrentar el ánimo del deudor hasta avergonzarlo frente al entorno más cercano.

Una condena social que recuerda la morosidad y falta de seriedad del deudor ante la sociedad. El recobro no se encuentra actualmente regulado en España, tampoco existen controles minuciosos en estos casos.

Deudores, familias totalmente arruinadas, autónomos y empresarios, descubren la mejor solución acudiendo a los abogados. Las ventajas del concurso de acreedores y la nueva Ley de la Segunda Oportunidad con rebajas hasta del 25% de la deuda, sin intereses y en 5 años ayudan resolviendo este tipo de acoso.